El pasado año 2020 va a ser recordado y mucho por ser uno de los ejercicios más «locos», cambiantes y con más incertidumbre de la historia, sobretodo para las empresas y los autónomos, que tanto hemos «sufrido» sus consecuencias ( y a día de hoy seguimos sufriendo). En una situación normal, preparar el cierre del ejercicio contable y fiscal, nos ha permitido evaluar la situación económica de nuestro negocio, diseñar estrategias y planificar las finanzas de la empresa.
Pero, el ejercicio 2020 ha sido complicado a la hora de poder planificar y diseñar las estrategias a implementar, siendo el principal problema, sobretodo, el elevado grado de incertidumbre creado por la crisis sanitaria y económica de la COVID-19.
A pesar de toda esta incertidumbre, es imprescindible pararse y analizar la evolución de los principales datos económicos de nuestro negocio. Así como, dibujar un mapa de riesgos y de desafíos para este año 2021 (que no son pocos)
Para la mayoría de los autónomos, el término del ejercicio o año fiscal suele coincidir con el año natural. Así que ya en estos días, tenemos que haber ido pensando en la presentación del cuarto trimestre y el cierre anual. El cierre impositivo de la actividad se realiza en dos fases diferenciadas, el cierre contable y el cierre fiscal.
En esta entrada hablaré sobre el cierre contable mediante el cual el autónomo presenta todos los movimientos de cuentas que ha habido durante el año y obtiene la diferencia entre ingresos y gastos anuales que será el resultado contable.
EL CIERRE CONTABLE
Para poder realizar el cierre contable de nuestra actividad, lo primero que se debe hacer es sumar o listar toda nuestra facturación (ventas) que hemos tenido durante el ejercicio. Y, por otro lado, sumar todos los ingresos que se han declarado durante el ejercicio: subvenciones, ayudas, ganancias…
El siguiente paso será revisar los gastos . Hay que incluir todos los gastos que estén relacionados con la actividad económica o profesional, aquellos que realizan de forma periódica como la cuota de la seguridad social, nómina de los trabajadores (si los tienes),etc, y los que se generan a consecuencia de tu actividad económica/profesional.
- Contratación de servicios a terceros
- Gastos de asesoría y gestoría y profesionales externos
- Bienes adquiridos a terceros para el desarrollo de tu actividad
- Facturas de suministros
- Gastos de formación y cursos…
Para saber cuáles son gastos deducibles para autónomos, te aconsejo que leas mi post anterior en el cual especifico y te explico qué gastos puedes deducirte y cuáles no.
Por último, deberás revisar los bienes de inversión que has realizado durante el año para poder deducirte la parte de amortización que corresponda. Restaremos a los ingresos los gastos deducibles y las amortizaciones, y así obtendremos el rendimiento neto del negocio y tendremos el cierre contable.
El cierre contable nos permite saber cuáles han sido los resultados, en qué hemos invertido más o gastado, de dónde provienen nuestros ingresos, etc. Así podemos hacer un pequeño estudio para potenciar el año siguiente, lo que más beneficios nos han aportado e intentar reducir costes.
Este 2021 va a ser el año de la adaptación, adaptación a trabajar bajo la incertidumbre, cosa que no nos permite planificar tal y como estábamos acostumbrados, pero, es importante seguir reinventándonos y reinventar nuestros negocios.