Si tuviera que definir la conciliación bancaria en una sola oración, diría que es aquel proceso de control que pone en común los registros contables de una empresa y los movimientos de su cuenta bancaria. Su objetivo es descubrir y corregir errores que podrían resultar fatales en la contabilidad de un negocio.
En definitiva, ‘conciliar’ significa hacer compatibles dos cosas. Y, en el ámbito empresarial, la conciliación bancaria supone poner en sintonía lo que está ocurriendo en tus cuentas con lo que se ve reflejado en tu cuenta bancaria. Es un procedimiento que realizan las empresas para tener sus cuentas y movimientos bajo control.
La empresa, tiene que comprobar que los movimientos y los saldos anotados en el libro de registro coinciden con los extractos que envian las entidades bancarias de esta cuenta. Esta comprobación se conoce como la conciliación bancaria
La conciliación bancaria es un proceso que realizan las empresas para asegurarse de reflejar una imagen real en sus cuentas.
- No es un procedimiento obligatorio pero sí recomendable.
- Garantiza la integridad de la información contable de las partidas contables: cuentas a pagar, cuentas a cobrar y cuentas de tesorería, así como la información obtenida de la cuenta de pérdidas y ganancias y el balance.
Cuando tenemos una empresa o actividad económica es imprescindible que las cuentas cuadren para que sean un fiel reflejo de la realidad de la empresa. Si los saldos mostrados por nuestra contabilidad no coinciden con los de nuestra cuenta bancaria… algo empieza a ir mal. La única forma que tenemos para cuadrar esta situación es llevar a cabo una conciliación bancaria.
Su finalidad es que los libros de contabilidad coincidan con los extractos del banco y que los saldos también cuadren. No es un procedimiento obligatorio, como ya he dicho antes, pero sí es lo más recomendable para controlar incluso tesorería. Si no somos capaces de cuadrar nuestros números con el banco, ¿Cómo vamos a ser capaces de saber qué nos deben nuestros clientes? o ¿Cómo saber que facturas hemos pagado al proveedor y cuáles no?
Una buena conciliación bancaria facilita la optimización de los procesos contables y es una buena muestra de que se está realizando correctamente el trabajo contable.
Así pues, podemos ver, que aunque no es obligatoria, es altamente recomendable conciliar nuestras cuentas bancarias, pero en el caso de los autónomos y pequeños negocios, no siempre disponen del tiempo y conocimientos para realizar esta función, y tampoco pueden tener personal exclusivamente contratado para ello, por lo que algo muy recomendable que pueden hacer es externalizar esta tarea y llevar sus cuentas así como los saldos de sus clientes y proveedores al día. ¿Quieres tener la tranquilidad de tener tus cuentas conciliadas? Ponte en contacto conmigo y te ayudaré a conseguirlo.